domingo, 22 de marzo de 2009

Valparaíso

EL PUERTO DE VALPARAÍSO ES LA CONEXIÓN SUDAMERICANA MÁS IMPORTANTE
CON ASIA Y OCEANÍA

Él me llevó a su Isla Negra, y en el camino me regaló a Valparaíso. No alcanzan las palabras para contarte, no alcanzan los días para recorrerte, no alcanzan los ojos para guardarte, no alcanza el alma para contenerte Valparaíso...

PESCADORES ARTESANALES DE JAIVAS EN EL PUERTO DE VALPARAISO

Colgada de tus cerros, la vida hipnotiza, bulle entre la bahía y el cielo, sube y baja tus senderos...más allá, más allá. Qué voy a decir yo mejor que tú lo has dicho Pablo Neruda. Pondré aquí tus palabras, espléndidas, magníficas, pondré lo que, insuficientemente, mi cámara quiso detener; pero esa “Joya del Pacífico” que nunca se borrará de mis recuerdos no se puede percibir en un texto...hay que sentirla, verla, oírla, y aún así apenas se intuye su vitalidad.



Cuarenta y cuatro cerros modelan un gigantesco anfiteatro frente a la Bahía de Valparaíso. Toda la población vive en ellos. Desde la costa uno siente ese magnetismo de color y energía que hace imposible no querer treparse a su existencia. Y allá fuimos, a recorrer sus sinuosas calles, a maravillarnos con su arquitectura.





Sorprende el ajustado ancho de las casas y su reducida altura. Felipe, el guía morador de los cerros, nos dice que esperemos y se le dibuja una sonrisa cuando al llevarnos por la calle posterior escucha nuestra exclamación. La casa, que veíamos diminuta, se descuelga en tres o cuatro pisos por un terreno de quince metros de ancho y veinticinco de altura...sí, no de largo, de altura. Así se adquieren los terrenos en Valparaíso, ancho por alto.

"Las cumbres de Valparaíso decidieron descolgar a sus hombres, soltar las casas desde arriba para que éstas titubearan en los barrancos que tiñe de rojo la greda, de dorado los dedales de oro, de verde huraño la naturaleza silvestre. Pero las casasy los hombres se agarraron a la altura, se enroscaron, se clavaron, se atormentaron, se dispusieron a lo vertical, se colgaron con dientes y uñas de cada abismo. El puerto es un debate entre el mar y la naturaleza evasiva de las cordilleras. Pero en la lucha fue ganando el hombre. Los cerros y la plenitud marina conformaron la ciudad, y la hicieron uniforme, no como un cuartel, sino con la disparidad de la primavera, con su contradicción de pinturas, con su energía sonora. Las casas se hicieron colores se juntaron en ellas el amaranto y el amarillo, el carmín y el cobalto, el verde y el purpúreo. Así cumplió Valparaíso su misión de puerto verdadero, de navío encallado pero viviente, de naves con sus banderas al viento. El viento del Océano Mayor merecía una ciudad de banderas”
“Yo he vivido entre estos cerros aromáticos y heridos. Son cerros suculentos en que la vida golpea con infinitos extramuros, con caracolismo insondable y retorcijón de trompeta..........Valparaíso necesita un nuevo monstruo marino, un octopiernas que alcance a recorrerlo. Yo aprovecho su inmensidad, su íntima inmensidad, pero no logro abarcarlo en su diestra multicolora, en su germinación siniestra, en su altura o su abismo”
Pablo Neruda


LA SEBASTIANA. CASA DE NERUDA EN VALPARAÍSO

Fascinados por los serpenteantes senderos y las escaleras sin fin nos admiramos del estoicismo de los pobladores que las trepan cada instante de su vida. “Acá están las mejores piernas de Chile” ríe Felipe, quien constantemente matiza el itinerario con su seductora chispa. “Todos los habitantes de Valparaíso tenemos vista al mar – dice. Yo también, sólo que entre mi casa y él hay quince kilómetros”

“Las escaleras parten de abajo y de arriba y se retuercen trepando. Se adelgazan como cabellos, dan un ligero reposo, se tornan verticales. Se marean. Se precipitan. Se alargan. Retroceden. No terminan jamás. ¿Cuántas escaleras? ¿Cuántos pies en los peldaños? ¿Cuántos siglos de pasos, de bajar y subir con el libro, con los tomates, con el pescado, con las botellas, con el pan?¿Cuántos miles de horas que desgastaron las gradas hasta hacerlas canales por donde circula la lluvia jugando y llorando? ¡Escaleras! Ninguna ciudad las derramó, las deshojó en su historia, en su rostro, las aventó y las reunió como Valparaíso. Ningún rostro de ciudad tuvo esos surcos porque los que van y vienen las vidas, como si estuvieran siempre subiendo al cielo, como si siempre estuvieran bajando a la creación......Si caminamos todas las escaleras de Valparaíso habremos dado la vuelta al mundo.” Pablo Neruda

EL CAMINO ZIGZAGUEA ENTRE LAS CASAS ESCALANDO EL CERRO


Valparaíso tiene un medio de transporte único en el mundo, los ascensores o funiculares. Ellos alivian la subida a los cerros. Constituyen uno de los patrimonios culturales, sociales y turísticos más importantes de la ciudad. El que nosotros abordamos, Artillería, fue inaugurado en 1893.



Al día siguiente de este recorrido llegó Felipe al hotel y nos dijo:
- Quién se anima esta noche a un paseo sorpresa.
Los que lo habíamos conocido nos tentamos pronto sabiendo que no nos decepcionaría...qué acertada decisión!!! Con las ventanillas cerradas, ésa fue la consigna, nos dejamos conducir confiados. Cuando la pequeña locomoción se detuvo y descendimos, estábamos en un mirador sobre los cerros...así, como Neruda lo dijo, increíble, vimos brillar a Valparaíso



"¡La noche de Valparaíso! Un punto del planeta se iluminó, diminuto, en el universo vacío. Palpitaron las luciérnagas y comenzó a arder entre las montañas una herradura de oro." Pablo Neruda




La ciudad de Valparaíso fue declarada el 02 de Julio de 2003, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El 6 de mayo del mismo año había sido nombrada Capital Cultural de Chile. Esta designación es un reconocimiento de lo que significa para la humanidad toda su riqueza histórica, artística, estética y antropológica.


Y como no todo es poesía en este mundo, por qué no decir que, para alguien como yo, que vive a 800 kilómetros del mar y a quien le apetecen exageradamente sus frutos (en mi ciudad sólo se consiguen congelados o en latas), Valparaíso es el edén de la gastronomía. Toda clase de pescados y mariscos, recién sacados de sus aguas, fueron mi sustento mientras estuve en Chile. Que total para el asadito ya sobraría el tiempo.




CALETA DE PESCADORES









Los textos de Neruda fueron extraídos de su libro "Confieso que he vivido"

miércoles, 18 de marzo de 2009

Extrañando a Un Loro


Hace unos días, al visitar espacios amigos, me encontré con entradas que expresaban consternación y nostalgia por blogs que se han cerrado. A pesar de no conocer a aquellas personas que tomaron esa determinación, comprendía el pesar de sus amigos y pensaba qué grande sería mi tristeza si un día me encontraba con un suceso similar. El blog es como una casa, como todas diferentes. Y uno visita una casa cuando encuentra afinidad con su morador, cuando se comparten intereses semejantes, cuando encuentra calidez, cuando puede escuchar y conversar sobre algo que nos deleita, que nos recrea, que nos hace reflexionar; en fin, cuando nos encontramos a gusto. Y con el mismo placer recibimos a esos amigos en nuestra casa. En ese ir y venir nos enriquecemos y creamos un vínculo de estima, de cariño. Por eso entendía tanto las expresiones de esos bloggeros desolados.
No sabía que pronto iba a tener yo una amarga sorpresa. Un Loro de plumaje exquisito, Un Loro de parloteo refinado y delicioso, Un Loro poético y pacífico, de vuelo alto y emotivo decidió eliminar sus Crónicas. Y donde antes habitaba la poesía, la sensibilidad y la belleza ahora hay un hueco, un espacio desierto y desolado.

Manuel Ángel, lorito parlanchín, yo no quiero saber tus motivos, ni pedirte que vuelvas aunque lo haría con mucha esperanza. Respeto tu decisión. Sólo quiero decirte, y ojalá lo escucharas, que tu ausencia no nos es indiferente...que te extrañamos muchísimo. A ti, a la voz de tu encina centenaria y a tus melodiosas apneas.

.......................
Cuando un amigo se va
una estrella se ha perdido
la que ilumina el lugar
donde hay un niño dormido.
.......................
Cuando un amigo se va
se queda un árbol caído
que ya no vuelve a brotar
porque el viento lo ha vencido.
Cuando un amigo se va
queda un espacio vacío
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.

Alberto Cortez


Amig@s, ha tenido que ser Manuel Ángel el destinatario de esta entrada...pero quiero decirles que no deseo escribir una semejante. No sé si se entiende, creo que cada uno de nosotros pone mucho de sí en estos espacios. En estos días también fui testigo del desconcierto de algunos amigos que veían como desaparecían cosas de sus blogs, por eso creo que eliminarlo debe ser una decisión muy difícil, además del vacío que nos deja.
Dejo la imagen por si alguno de ustedes, que alguna vez se dejó encantar por las Crónicas de Un Loro quiere llevarla a su blog.
Tal vez lo vea, o alguien le lleve el mensaje.


sábado, 14 de marzo de 2009

Tanguera III - El Lunfardo

TANGO EN EL BULÍN
SIGFREDO PASTOR - Argentina


La tanguerita se fue, hace unos meses ya. Y sin ella no me inspiro. La llamé.
- ¿Cuándo vas a volver? Te necesito.
- ¿Ahooooora? No, es que ahora no puedo – dijo. Y le noté un tonito de incomodidad y nerviosismo.
No, si ya me lo imaginaba, interrumpí algo. Porque el compadrito se huele mire, se huele hasta por la línea telefónica. De inmediato lo confirmé.
- ¿Qué pasa fulana?
- Nada, nada. Quería preguntarle unas cositas a mi amiga. Mi nombre es Susi.
- Mirá minerva, p´a mí sos una fulana. Te las vas a tener que arrayar solita porque la percanta está conmigo. Así que no escorchés, no me hagás cabrear sabés.
Ay...¿para qué llamé? Si mejor hubiera sido ignorar todo. La tanguerita es una pebeta inocentona. Y yo a estos bravucones les tengo miedo. Te pueden arruinar la vida. Lo más seguro es que sea un cafiolo. Cuidate amiga, vos sos una buena mina. Atenti pebeta, seguí mi consejo.



Mirá por ahora escuchá bien esto y, una tarde que te puedas hacer una escapadita, venite...tomamos unos mates y te cuento qué les pasó a algunas que se dejaron seducir por estos gavilanes canflis.



Atenti pebeta!
Música: Ciriaco Ortiz Letra: Celedonio Flores

Cuando estés en la vereda y te fiche (observe) un bacanazo(refinado),
vos hacete la chitrula(tonta) y no te le deschavés (delates);
que no manye (se dé cuenta) que estás lista al primer tiro de lazo
y que por un par de leones (pantalones) bien planchados te perdés.
Cuando vengas para el centro, caminá junando (mirando) el suelo,
arrastrando los fanguyos (zapatos) y arrimada a la pared,
como si ya no tuvieras ilusiones ni consuelo,
pues, si no, dicen los giles (tontos) que te han echao a perder.

Si ves unos guantes patito, ¡rajales! (huiles);
a un par de polainas, ¡rajales también!
A esos sobretodos con catorce ojales
no les des bolilla, porque te perdés; a esos bigotitos de catorce líneas
que en vez de bigote son un espinel...¡atenti, pebeta!,
seguí mi consejo: yo soy zorro viejo y te quiero bien.
Abajate (bajate) la pollera por donde nace el tobillo,
dejate crecer el pelo y un buen rodete lucí,
comprate un corsé de fierro con remaches y tornillos
y dale el olivo (despedí) al polvo, a la crema y al carmín.
Tomá leche con vainillas o chocolate con churros,
aunque estés en el momento propiamente del vermut.
Después comprate un bufoso (revólver) y,
cachando (burlando) al primer turro (inepto),
por amores contrariados le hacés perder la salud.

...............................................................................

Como decía en la última tanguera, la convivencia entre inmigrantes, paisanos del interior y habitantes de los arrabales porteños, generó una cultura propia. Entre estas manifestaciones se encuentra el lunfardo. Según José Gobello, presidente de la Academia del Lunfardo “el lunfardo no fue en su origen un lenguaje secreto sino el repertorio de términos que utilizaba el pueblo de Buenos Aires de entre los que, a fines del siglo XIX y comienzos del XX, trajo la inmigración. A los que incorporó a su propio lenguaje, con intención festiva, cambiándoles a veces la forma y el significado".
"Si es cierto que la patria es el idioma y que existe una manera peculiar de hablar el castellano en esa remota zona del planeta, es pura justicia recordar que el lunfardo contribuyó a elaborar los rasgos verbales distintivos del habla popular de Buenos Aires", sostiene Horacio Salas
Los letristas de tango, ajenos a ese ambiente, lo conocían muy bien y con sus letras contribuyeron a su difusión.

Se aceptan comentarios en lunfardo. Quiero recordar que el lunfardo no es una lengua. Es un conjunto de vocablos que pueden reemplazar algunos términos en un texto respetando la sintaxis de la lengua española. Acá encuentran el buscador de palabras.


DICCIONARIO
arrayar: arreglar
atenti: atención
cabrear: enojar
cafiolo: que vive de la mujer prostituta
canfli : rufián. Proxeneta que explota a una sola mujer
compadrito: valentón, fanfarrón
escorchés: molestes
fulana: mujer innominada
gavilán: picaflor, seductor
mina: mujer
minerva: mujer
pebeta: muchacha
percanta: mujer, amante

viernes, 6 de marzo de 2009

Mujer

LAS TRES EDADES DE LA MUJER
GUSTAV KLIMT - Austria

Mujer

Cuánto diste, mujer:

siglos de luces

que no reflejaron las conciencias

tragadas por abismos de silencio.

Cuánto más:

raíces para contener la tierra,

terciopelo del amor,

una espiga hasta alcanzar el cielo,

fértiles semillas del coraje

para un mundo habitado por la guerra.

Cuánto más.

Desde tus ojos

alboradas y nieblas,

revisión del juicio

a la esperanza de las flores.

Diminuta de pequeñas cosas

rescatadas de la infancia

en la escritura de los sueños.

Cuánto más.


Hojas que cubren el pudor del universo,

lagos generosos de aguas vírgenes,

espesura del secreto

de las profundas raíces de tu tiempo.


Cuánto otoño

inundando la tierra

y un color crepuscular

en la corteza.

Carmen Yáñez - Chile

8 de Marzo

Día Internacional de la Mujer

"Los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales. La plena participación, en condiciones de igualdad, de la mujer en la vida política, civil, económica, social y cultural en los planos nacional, regional e internacional y la erradicación de todas las formas de discriminación basadas en el sexo son objetivos prioritarios de la comunidad internacional."

(Declaración y Programa de Acción de Viena, parte I, párrafo 18)

Un abrazo amigas bloggeras. Con las que diariamente comparto sueños, dolores, placeres, recuerdos, vuelos, luchas, y con las que me identifico plenamente en nuestra condición: ser mujer.

Gracias amigos bloggeros, por el respeto que siempre manifiestan a nuestra femineidad.

lunes, 2 de marzo de 2009

Miedos

EN EL PALOMAR DEL PARQUE ALEM
También me daban un poquito de miedo las palomas
cuando venían todas juntas a buscar el maíz.

Cuéntame ¿A qué le temías cuando eras pequeña? – pregunta Ev con su dulce y tranquila voz. Nunca escuché la voz de Ev, pero para mí es así, tierna y calma.
Emprendo entonces un viaje hacia mi infancia. Encuentro pocos miedos duraderos. Casi todos, sobresaltos infantiles por algún episodio que cuando se resolvía dejaba lugar a otros temores.
Sólo uno perduró por mucho tiempo.
Tenía pavor al abandono...y era totalmente infundado. Fui una niña muy mimada y protegida. Hija única hasta los once años, primera nieta y primera sobrina de la familia paterna que vivía geográficamente cerca, estaba siempre rodeada de cariño ¿Por qué entonces sufría y me angustiaba tanto las pocas veces que mi mamá se alejaba dejándome con algún familiar? Pendiente del reloj, callada y triste, tejía mil historias que impedirían a mamá volver a buscarme.
Como he ganado años pero la etapa de los por qué aún no la superé, encontré una posible justificación a aquel temor.
Tenía casi tres años y hacía con mi muñeca lo que hacían conmigo. Contarle cuentos y entretenerla persuadiéndola de que comiera (mal hecho mami). Le preparé un día una sabrosa comidita de frutos negros, esféricos, pequeños, a la que agregué unas hojas de ligustrina (había que comer fruta y verdura decía mamá) y mientras le contaba historias a mi nena, comimos las dos aquella tarde en el jardín. Grave, muy grave me puse y permanecí varias semanas en la sala de cuidados intensivos. Mis recuerdos son vagos, pero no me olvido del espanto que sentía cuando mis papás eran obligados a retirarse de la sala, ni de la tremenda zozobra que me producía quedarme sola ahí. Creo que de aquellos atroces momentos me quedó el miedo al desamparo. Sé que para mis papás fue duro y difícil porque los médicos decían que ya no podían hacer nada. Ellos abandonaban el sanatorio sólo para alejarse un par de cuadras, hasta la Iglesia de María Auxiliadora. Y a la Virgen mi mamá prometía cosas para que yo sanara. Entre tantas, que tomaría mi Primera Comunión en esa Iglesia.
El milagro se produjo...acá estoy, pero arrastré las consecuencias de la intoxicación hasta los doce años y empecé a vivir las consecuencias de la promesa varios meses antes de cumplir los ocho.
Me “abandonó” un día mamá en casa de mi tía y regresó con varios libritos. El sacerdote de María Auxiliadora le había dicho que no correspondía que yo tomara la comunión ahí. Pero ella le contó que la Virgen había cumplido su compromiso y tocaba ahora llevar a cabo lo pactado, le rogó, le suplicó tanto, que conociéndola a mi mamá creo que el párroco habrá pedido clemencia al Cielo y encontró una solución.
- Que la niña estudie todo esto, que se lo aprenda muy bien y luego tráigala que le voy a tomar unos exámenes.
Y así estuvimos días y días, meses. Yo era una nena obediente y estudiosa, aunque sinceramente, a los siete años, memorizando los fundamentos de la Iglesia Católica, las oraciones, festividades y quién sabe cuánto más, no me veía ni me veo...pero mi mamá tenía tal entusiasmo que me aterraba defraudarla.
Entonces llegaron los días temidos. Durante una semana, todas las tardes, íbamos las dos al Colegio de los Salecianos, repitiendo en el colectivo las lecciones por milésima vez.
En un inmenso cuarto vacío, en penumbras, yo me enfrentaba, solita y atemorizada, a ese gigante vestido de negro. Sentados frente a frente él me miraba fijo y me interrogaba.
A mí me recorría un estremecimiento. Con terror a un castigo desmesurado y desconocido, le iba relatando la Creación, la tentación, la desobediencia, el pecado, la caída, la promesa y la llegada del Redentor.
Él entrecerraba los ojos y apenas asentía. Yo esperaba con pánico que los volviera a abrir arrojando la próxima pregunta. Me veo ante esa mirada penetrante, contando disimuladamente con mis pequeños dedos mientras recito “No matarás” “No cometerás actos impuros", y me dan ganas de abrazar tibiamente a aquella niña.
El último día hizo entrar a mi mamá y le dijo:
- Está muy bien. Ha pasado la prueba.
A mí, ni buenas tardes. Pero mi mamá me las dio. Nos fuimos al cine y después a comer panqueques de dulce de leche y helado. Eso, y verla despreocupada y dichosa, me llenó de alborozo y disipó mis miedos.
En la confitería, ella me entregó una pequeña Biblia Ilustrada que el gigante de negro le había dado para mí...y pensé ¿Cómo le doy las gracias?...quedó la deuda porque no quise verlo nunca más.
El siguiente 8 de Diciembre tomé mi Primera Comunión en la Parroquia de María Auxiliadora. Acá estoy, no se rían. Tenía una banqueta a cada lado del vestido.



Ev, gracias por el ejercicio de memoria al que me invitaste. Hiciste que evocara muchas cosas lindas y algunos otros miedos de mi infancia. Quizás los cuente en el próximo capítulo.

¿Y a ustedes amigos, qué los atemorizaba?