viernes, 30 de octubre de 2009

Rosario


Amigas y amigos, me ausentaré durante el próximo mes. Les cuento que mi entorno familiar y yo estamos muy bien. Los motivos de este alejamiento son gratos, acontecimientos laborales, familiares, personales y algunos días de vacaciones.
Les dejo un gran abrazo a todos y un regalito. Este video, con imágenes de parte de la zona costera rosarina, el río, y el Monumento a la Bandera, hecho con fotos que yo misma he tomado. Espero que les guste y los anime a visitarnos.

Hasta pronto.


jueves, 22 de octubre de 2009

Heridas...

LOS GRITOS DEL VIENTO
MANUEL VIOLA - España


Dicen que la piel cicatrizada se vuelve insensible. Entonces no son cicatrices estas marcas en mis piernas, porque al tocarlas yo siento igual que aquellos días en que la piel sangraba. Siento tus grandes ojos negros posados en las llagas. Escucho todavía el traqueteo de tu sillita de madera arrastrada por el patio, percibiéndote llegar con los libros debajo del brazo. Te veo, sostengo que te veo. Aseguro que experimento el roce de tu mano en la mía y contemplo tu sonrisa amilanada, paradito ahí, esperando que dijera – Ya no – cuando preguntabas - ¿Te duele? Era una niña, no sabía que podría haberte mentido para que no te doliera a vos también.

De aquel accidente yo no recuerdo nada más que las medias que llevaba, eran de lana azul con rombos rojos. El resto me lo han contado, que me asomé a la olla donde el agua hervía a borbotones, que no se sabe cómo cayó sobre mí, que la ropa se me quedó hecha una con la piel y no podían desprenderla. Nada más, ni sufrimiento, ni médicos, nada, nada. Por qué entonces recuerdo aquellas tardes de mi larga convalecencia, en las que todas y cada una estuviste conmigo bajo el ciruelo. Te sentabas frente a mí, acodado sobre el almohadón cuidadosamente puesto por mamá sobre la butaca en que extendía mis piernas; entonces me dabas los libros y escuchabas con los inmensos ojos negros asombrados. Viajábamos con Gulliver, nos tentábamos imaginando al emperador desnudo, ahuecábamos las manos para sostener el cuerpo helado de la golondrina junto a la estatua de El Príncipe Feliz, nos ilusionábamos acompañando el vuelo de aquel patito que
"Rizó entonces sus alas, alzó el esbelto cuello y se alegró desde lo hondo de su corazón", viendo su bello reflejo en el arroyo.
Decías que todos los días te los narraba de una manera diferente, claro, si yo tampoco sabía leer, te los contaba con la memoria, leía las imágenes...te acordás que, así, otras tardes vos me los relatabas?

Parecía interminable aquella recuperación mía que nos impedía corretear, andar en sulquiciclo, treparnos a los árboles...sin embargo esos tiempos llegaron otra vez. Qué gozosa inocencia! No sabíamos, no sabíamos de las verdaderas mutilaciones.

Si supieras cuán interminable es ahora esperar que cicatricen las heridas, no poder acelerar el proceso, dudar de que cerrarán. Si alguna vez yo pudiera escucharte decir que no dolió, que no sufriste, si no me torturara aquella idea, si no me imaginara tus ojos negros vendados, tus llagas, tu calvario. Si vos pudieras narrarme el sueño fracasado, ése que nunca fue cisne, pero aquí y ahora, tomándonos las manos; si yo pudiera repetirlo con la memoria de tu voz...por qué recuerdo tantos detalles y no recuerdo tu voz. Si yo pudiera pensar que fue necesario, inevitable. Por qué no fuimos ingenuos, ignorantes, tan simples como niños?...o lo fuimos?

He crecido, soy una mujer, pero sigo sin poder engañarte...duele, duele mucho.


Mi primo, con el cual compartí estrechamente la infancia, la adolescencia y unos pocos años de juventud, fue asesinado en 1982. En octubre del 83, los argentinos fuimos a las urnas para retornar a la democracia...aún desconocíamos su destino; entre tantas ilusiones, teníamos ésa, la de verlo llegar; varios años más tarde ese sueño se hizo añicos.
Hace tres años, mirando casualmente un programa de televisión, me enteré de los detalles de la tortura a la que fue sometido y vi, estremecida, la cara de su verdugo que escapaba impunemente de su arresto domiciliario...para hacer deportes.

martes, 6 de octubre de 2009

Imagina...

Imagínate que sólo estuviéramos tú y yo,
sin rescoldos, sin nostalgias, sin memoria,
sin más luz que la del sol
y con noches de luna grande.

Imagínate un mundo sin normas, sin fronteras,
sin caminos trazados, con la página en blanco,
sin trabas para comenzar un sueño renovado,
aunque otra vez tengamos que aprender a escribir.

Piénsalo mientras te duermes y
mañana me lo cuentas.

Nononó, no, no, no me feliciten. No soy la autora de este hermoso, hermosísimo poema. Lo escribió Luis Antonio. Sé que no le gusta que le diga poema, él lo llama gragea de palabras...bonito nombre, pero ¿no es un poema?
Luis escribe preciosas grageas de palabras y yo he elegido este poema para decir.
Muchas gracias Luis por permitírmelo...no sabés cuánto disfruté haciéndolo.

domingo, 4 de octubre de 2009

Perdón, si me ves lagrimear...

Gracias Mercedes. Hasta luego...

Al quemarse en el cielo la luz del día, me voy

con el cuero asombrado me iré
ronco al gritar que volveré
repartido en el aire a cantar, siempre

Mi razón no pide piedad
se dispone a partir
no me asusta las muerte ritual
sólo dormir, verme borrar
una historia me recordará, vivo

Hamlet Lima Quintana



"El azar es sabio. Muere Gardel, y a los quince días nace Mercedes Sosa"
Rodolfo Braceli