jueves, 22 de octubre de 2009

Heridas...

LOS GRITOS DEL VIENTO
MANUEL VIOLA - España


Dicen que la piel cicatrizada se vuelve insensible. Entonces no son cicatrices estas marcas en mis piernas, porque al tocarlas yo siento igual que aquellos días en que la piel sangraba. Siento tus grandes ojos negros posados en las llagas. Escucho todavía el traqueteo de tu sillita de madera arrastrada por el patio, percibiéndote llegar con los libros debajo del brazo. Te veo, sostengo que te veo. Aseguro que experimento el roce de tu mano en la mía y contemplo tu sonrisa amilanada, paradito ahí, esperando que dijera – Ya no – cuando preguntabas - ¿Te duele? Era una niña, no sabía que podría haberte mentido para que no te doliera a vos también.

De aquel accidente yo no recuerdo nada más que las medias que llevaba, eran de lana azul con rombos rojos. El resto me lo han contado, que me asomé a la olla donde el agua hervía a borbotones, que no se sabe cómo cayó sobre mí, que la ropa se me quedó hecha una con la piel y no podían desprenderla. Nada más, ni sufrimiento, ni médicos, nada, nada. Por qué entonces recuerdo aquellas tardes de mi larga convalecencia, en las que todas y cada una estuviste conmigo bajo el ciruelo. Te sentabas frente a mí, acodado sobre el almohadón cuidadosamente puesto por mamá sobre la butaca en que extendía mis piernas; entonces me dabas los libros y escuchabas con los inmensos ojos negros asombrados. Viajábamos con Gulliver, nos tentábamos imaginando al emperador desnudo, ahuecábamos las manos para sostener el cuerpo helado de la golondrina junto a la estatua de El Príncipe Feliz, nos ilusionábamos acompañando el vuelo de aquel patito que
"Rizó entonces sus alas, alzó el esbelto cuello y se alegró desde lo hondo de su corazón", viendo su bello reflejo en el arroyo.
Decías que todos los días te los narraba de una manera diferente, claro, si yo tampoco sabía leer, te los contaba con la memoria, leía las imágenes...te acordás que, así, otras tardes vos me los relatabas?

Parecía interminable aquella recuperación mía que nos impedía corretear, andar en sulquiciclo, treparnos a los árboles...sin embargo esos tiempos llegaron otra vez. Qué gozosa inocencia! No sabíamos, no sabíamos de las verdaderas mutilaciones.

Si supieras cuán interminable es ahora esperar que cicatricen las heridas, no poder acelerar el proceso, dudar de que cerrarán. Si alguna vez yo pudiera escucharte decir que no dolió, que no sufriste, si no me torturara aquella idea, si no me imaginara tus ojos negros vendados, tus llagas, tu calvario. Si vos pudieras narrarme el sueño fracasado, ése que nunca fue cisne, pero aquí y ahora, tomándonos las manos; si yo pudiera repetirlo con la memoria de tu voz...por qué recuerdo tantos detalles y no recuerdo tu voz. Si yo pudiera pensar que fue necesario, inevitable. Por qué no fuimos ingenuos, ignorantes, tan simples como niños?...o lo fuimos?

He crecido, soy una mujer, pero sigo sin poder engañarte...duele, duele mucho.


Mi primo, con el cual compartí estrechamente la infancia, la adolescencia y unos pocos años de juventud, fue asesinado en 1982. En octubre del 83, los argentinos fuimos a las urnas para retornar a la democracia...aún desconocíamos su destino; entre tantas ilusiones, teníamos ésa, la de verlo llegar; varios años más tarde ese sueño se hizo añicos.
Hace tres años, mirando casualmente un programa de televisión, me enteré de los detalles de la tortura a la que fue sometido y vi, estremecida, la cara de su verdugo que escapaba impunemente de su arresto domiciliario...para hacer deportes.

29 comentarios:

ev dijo...

... Abrazo Mara... Nunca sé que decir ante historias así.
Beso

Joaquín Campos dijo...

LAS DICTADURAS MILITARES, LA TUYA MUY RECIENTE, LA MIA MAS ANTIGUA, GUARDAN EN NUESTRA MEMORIA CAPITULOS DE DOLOR Y DESEPERANZA.
ME HA DOLIDO EN EL ALMA TU HISTORIA, ME HA DOLIDO EL AGUA DEL CALDERO Y LUEGO EL PLOMO ARDIENTE DE LOS ASESINOS... Y SU CINISMO... Y SU FALTA DE CONCIENCIA DE CULPA ...
MARA HOY, SI ES POSIBLE, TE ADMIRO Y TE QUIERO UN POQUITO MAS.
UN FUERTE ABRAZO DE ANIMO.
SEGURO QUE TU PRIMO, SI PUDIESE Y SEGURO QUE DESDE TU MEMORIA PUEDE PUES VIVE EN ELLA, TE PREGUNTARIA ¿TE DUELE? EN LA ESPERANZA DE QUE LE CONTESTARAS -YA NO-.

Juan Duque Oliva dijo...

Si he sentido odio hacia él, imagino que lo que te tiene que entrar a verlo en televisión tiene que ser horrible.

Menos mal que has sacado y guardado toda esa historia dura también pero cargada de amor que tienes también en tu recuerdo de tu primo.

Lo siento mucho, besos.

lisebe dijo...

Querida amiga cuanto dolor contenido!! y cuanta impotencia!! Es triste que este mundo en el que vivimos tenga estas dos caras de la moneda!! Sea el país que sea siempre la represión ha venido de la mano de un ser humano despiadado la tuya de hace poco la nuestra de algo más de tiempo... y aún a sí se guardan en la memoria trozos de vida y existencia paralelas..

De lo único que no se pueden hacer dueños es de lo que todo ser humano tenemos dentro nuestras libertades, nuestros ideales, y nuestros recuerdos.. que siempre viven con nosotros a pesar de lo que nos rodea..
Guarda celosamente con llave el recuerdo de tu primo y de su historia.., mi querida Susi

Muchíiiisimos besos y un fuerte abrazo cariño

Luis Antonio dijo...

Me tiemblan las piernas y se me disparan los latidos del corazón tras leer el conmovedor relato del que nos has hecho partícipes. Supongo que hay que sufrirlo en las propias carnes para tener una idea aproximada del dolor que provoca una experiencia como ésa. En tu memoria y en tu corazón han quedado los más bellos recuerdos de esa relación. Él estuvo incondicionalmente a tu lado cuando lo necesitaste y tú te lamentas de no haber podido corresponderle. Eso acrecienta, si cabe, el dolor de la pérdida.

Pensar que las dictaduras, del signo que sean, tienen partidarios me sobrecoge el alma. Cómo se pueden apoyar autoritarismos violentos que no reparan en nada para conseguir sus fines, que no son otros que erradicar la libertad y los derechos de los que piensan diferente, sin escrúpulo alguno...

Es necesario que estos hechos salgan a la luz pública por si todavía existe algún ignorante que los desconoce. Si tienen corazón, deben tomar conciencia de que no hay ninguna justificación divina ni humana para cometer tales atrocidades.

Mi más sincera solidaridad con tu dolor, Maracuyá, y mi más prolongado y cálido abrazo para ti.

José Luis López Recio dijo...

Es estremecedor. Los siento mucho amiga. Da miedo pensar las cosas de las que es capaz el ser humano. las dictaduras, cualquier tipo de régimen totalitario, son denigrantes para la condicion del ser humano; hacen que salga lo peor.
Es aterrador que el criminal pueda salir a pasear con tanta tranquilidad.
Un abrazo.

un loro dijo...

Querida maracuyá. Salgo de este letargo en el que me encuentro postrado desde hace tiempo para decirte que me has estremcido con tu relato, con la fuerza y, a la vez, ternura con la que explicas el sentimiento de un amigo de la infancia que ahogó los suplicios de una larga espera; de esa período de la infancia envuelto en una especie de papel celofán que jamás se olvida.
Sencillamente sublime...
La voz de tu primo no se ha perdido para siempre pues los que mueren por los demás no desaparecen nunca de nuestra memoria. Vienen a susurrarnos secretos, abrigados entre el viento fresco de cada alba.
Un abrazo muy fuerte.

borraeso dijo...

Hace bien el recuerdo, velo, siéntelo y, si no la recuerdas, imagina su voz... ya te narra, que le pones palabras a su silencio, que está contigo...

Es con el verdugo con quien debemos aprender a ser selectivos con nuestra memoria.
Olvidarlo para que no duela más... pero nunca olvidarlo del todo, para poder reconocerlo, para poder repudiarlo, para mantenerlo alejado, para que nunca nos duela más lo que duele tanto.

Me desespera la facilidad que tiene el verdugo para olvidar. Desearía hallar la poción que les haga desaparecer.

Besos...

América dijo...

Me has emocionada casi hasta las lágrimas,es un texto que apunta directo a nuestros corazones,la imagen que seleccionas para el texto la hace luego mas desgarradora.

Hay tanto amor en tu escrito que cada palabra nos grita conciencia,culpa perdón el orden es imposible el tiempo es el bálsamo pero también el tiempo debe proporcionar el espacio para la justicia.

No puedo ni imaginar lo doloroso que puede resultar ver de frente la impunidad,es estremecedor hoy tu entrada es para reflexionar y para reafirmar el espíritu de lucha...Nunca más.

Un abrazo,un beso....Y toda toda mi admiración.

Miriam dijo...

Querida amiga, es verdad lo que dicen de las heridas del cuerpo desde la opinión médica...
Es verdad la insensibilidad, pero por eso mismo no cierran... porque al no sentir te hacen sentir, remontar, recordar, el dolor y lo que lo originó...
No es lo mismo con las heridas del alma... no es lo mismo...
Ahora que "somos grandes" como tu bien dices, se que esas nunca cierran... solo logra uno adormecerlas por momentos, para no hacer la vida insoportable, para seguir, porque la vida sigue y los que "viven" carnalmente en el hoy merecen el cariño y la sonrisa...
Heridas como estas duelen, mucho, y a veces como ayer no puedes ni siquiera mentir para contestar "ya no".
Este capítulo en tu vida está escrito con sangre y dolor, pero tu amor hacia el hace que a veces llores en silencio, pero que la mayoría del tiempo la sonrisa esté en tus labios... por él, porque sabes que tuvo la valentía de salvar a sus seres queridos sacando fuerzas no se sabe de donde... y como no tener fuerzas para seguir con semejante ejemplo?
Para seguir, para escribir mas capítulos en tu vida, trata como puedas de recordarlo desde allí...
A "ese" que viste en la televisión, y a le llegará su castigo... a veces cuesta esperar, pero te aseguro que llegará... nadie hace nada semejante y pasa por la vida (esta o la otra) sin un castigo. Quizá tu no lo veas, pero su alma boyará seguramente en vidas terribles mas adelante...
Todo se paga, TODO!!
Un abrazo enorme y muchos besos!!

La candorosa dijo...

Poder comentar desde la emoción que en estos momentos me embarga, se complica.

Los buenos recuerdos de los momentos compartidos ayudan a sobrellevar el dolor de esa realidad más reciente, pues no hay bálsamos para los dolores del alma...

Abrazos emocionados y todo mi candor amiga!!

Marcelo dijo...

Impresionante Susy. Desde el primer dolor hasta el último, los hemos sentido con vos. Difícil de creer, difícil de entender, lo que esta gente hizo.
Por eso hay que contar estas historias. No sólo para sacarlas un poco de uno, sino como registro. Como memoria.
Un beso

Nerina Thomas dijo...

Esas cosas que suceden en la vida y uno se desvive, por comprender y no comprende. Esas cosas, me llevaron un día al conocimiento.
A la búsqueda, sabiendo que hay algo más allá, un motivo, de situaciones inexplicables.
El camino del conocimiento, es largo, pero en mi caso, pude comprender lo que antes no comprendía y fui aeeptando, cada situación, tolerando cada circunstancia. Muchas veces, dolorosas, que nos parecen temibles, pero tiene que ver con atrás, no por el hoy.
Se aprende a que el folor, no lo sea, se aprende yse aprende y se aprende y seguiré aprendiendo hasta cinco minutos antes de que muera.
Un abrazo lleno de ternura, para aliviarte el alma y acariciar tu corazón.
Recuerda con alegría, ese tiempo compartido en el camino.
Te quiero amiga!! Eres tan frágil, claro, eres humana, como yo . Es eso.

Susana Peiró dijo...

Buenos Días Susy.
Te confieso que no esperaba encontrar estas heridas. Permitime volver para reflexionar más profundamente el artículo. Es fuerte Amiga mía y necesario, sin dudas.
Mi enormísimo Abrazo cielo!

Pame Recetas dijo...

Las heridas no cerrarán nunca mientras no haya Justicia, -esa que tarda, pero llega- querida Maracuyá.
Mientras leía tu relato vinieron a mi memoria tantas otras caras que perdimos en ese horror. Tu dolor es el mío, te abrazo desde el alma.

Juan Antonio dijo...

Ay, Susy, cómo me duele el alma, cómo siento cada una de las muertes de las dictaduras, de los salvapatrias con botas que aplastan las libertades y los sentimientos de todo un país, de los que cortan de cuajo las bellas y tiernas flores que nacieron para hacer grande a sus patrias, de los que quieren enterrar en fosas anónimas los recuerdos de toda una generación...

Amiga, siento tu profundo dolor, comprendo que aún perviva la herida que rompió tu corazón.

Gracias que Dios nos da la capacidad de perdonar, podemos continuar viviendo y observardo los maravillosos regalos de la Naturaleza; en los impresionantes saltos de agua, en los gigantescos icebergs, en los ríos, lagos y en las estrellas está la energía de tu primo y de todos aquellos que cayeron bajo las balas asesinas acompañándonos cada día e iluminando el camino de todos para que vivamos en paz, en democracia y en libertad.

Un fuerte abrazo.

Juan Antonio

Piedad dijo...

Susi, un doloroso relato el tuyo, e igual que el tuyo se podrán contar por miles y es una pena. No comprendo como pueden haber personas con el corazón tan duro y hacer esas maldades con la gente, cuando eso no lo hacen ni los animales...

Te dejo un abrazo.

Pame Recetas dijo...

Es mucho lo que nos une y nos debe seguir uniendo querida amiga, yo también estoy conmovida. Por esos muertos debemos seguir viviendo, con mayúscula. Debemos saber que "nada está perdido". Un abrazo más grande todavía.

Isabel Estercita Lew dijo...

Que lo parió Maracuyá, y las heridas siguen hiriendo y ardiendo y el castigo a los genocidas viene tan lento... Fue Guerrieri?
Creo que de algun modo nos hace bien ventilar las heridas, compartir lo que sentimos como vos ahora.
Yo de ves en cuando también lo hago... cuando tengas ganas te dejo el link
http://isabelestercitalew.blogspot.com/search/label/de%20exilios

UN abrazo fortísimo y gracias por compartir tu historia, nuestra historia.

Estercita

Isabel Estercita Lew dijo...

Claro que te entiendo Maracuyá, justamente por eso, nos entendemos, y las palabras en este entender son letras

Estercita

La Turca y sus viajes dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
La Turca y sus viajes dijo...

Hola!!!!

MARACUYA, hoy es domingo por aquí los demás duermen, estoy tomando unos mates amargos “Cimarrón” y estoy entrando a tu casa……..

Hay dolor que con el silencio no suelen tanto, pero hay broncas que hay que "escupirlas", perdón.......

Te dejo un abrazo de oso y comparto con vos un amargo espero que lo disfrutes.

maracuyá dijo...

Querid@s amig@s.
Infinitas gracias a tod@s. Cada un@ de ustedes ha comprendido lo desgarrador de estos hechos y la impotencia estremecedora que provoca la injusticia.

Sin duda, que los asesinos, terroristas de estado sean juzgados y condenados mitigaría el pesar. Pero aún así ¿qué juicio, qué condena, nos dejaría satisfechos? ¿Qué nos haría olvidar aquel brutal atropello a la vida, a la dignidad? ¿Cómo hacer para olvidar semejantes torturas, vejaciones, inmoralidad, abuso? ¿Cómo hacer para que, al recordar, no duela?
No hay argumentos que consuelen...

Ellos discuten el número...el número!!! que no fueron 30 mil, que fueron 15 mil, ocho mil. Qué importa cuando cada uno era un ser humano, con sentimientos, sueños, familia. Cuántos fueron? Cuántos somos? Nunca lo sabremos, porque esa monstruosidad con su onda expansiva, nos alcanzó a muchos, muchos más....y las secuelas permanecen. Cuentan a los hijos, padres, hermanos, amigos, esposos, abuelos que quedaron mutilados para siempre? Cuentan a los niños que fueron privados de su identidad? Si entran al link de Estercita tendrán un ejemplo estremecedor de esto que digo.
Estercita me hace una pregunta y le respondo, sí, fue él...en este caso fue él el asesino torturador. Pero digo, ¿cuántos fueron los verdugos?

Gracias por el ánimo, por entender, por el cariño, por escuchar. Me cuesta hablar sobre esto, es como punzar sobre una herida abierta...pero alivia el desahogo, alivia el compartirlo con gente querida.

Un abrazo a tod@s.

Susana Peiró dijo...

Mi Susy:
Ahora sí, tengo conmigo toda la intensidad de tu entrada, y el dolor y la impotencia.
Hacia 1983 conocí una víctima -como tu primo- que en esos momentos tenía apenas unos pocos años más que yo. Había sido liberada después de años de tortura. Nunca olvidaré sus ojos Amiga, nunca.
No entendí en esos momentos y sigo sin entender ahora la extrema crueldad. Porque fueron muchos los argentinos que perdieron la vida y otros que siguieron muertos aunque les palpitara el corazón.

Hay episodios de nuestra historia que te confieso Susy, todavía no puedo, no encuentro la valentía para tratar en un artículo. Duelen, duelen muchísimo esas heridas. Por eso imagino lo fuerte que fue para Vos escribir estas líneas mi alma.

Gracias, Muchas Gracias por contribuir a la memoria, lo único que si bien no cura, ayuda a que no vuelvan a repetirse los tristísimos episodios del pasado.

Mi Enorme Beso y Abrazo para Vos.

cristal dijo...

Mara querida:
Cuánto dolor, cuánta ternura encierran tus palabras. Me sobrecoge pensar el daño emocional que te hayan dejado las experiencias que narras. A veces el tiempo cierra las heridas en falso y las cicatrices supuran y sangran.
Sólo quiero decirte que comprendo, que entiendo toda esa pena que te causaron aquellos verdugos, el sufrimiento, la impotencia ante la injusticia, ante los hechos que no tienen perdón. Y que estoy a tu lado, compartiendo tu rabia, tu tristeza. Más cerca de ti que nunca, apenada por no poder hacer algo más por ti que expresarte mi congoja.
Todo mi cariño para ti, Mara.
Un abrazo inmenso

Cris dijo...

Querida Maracuyá, mantenerlo vivo en tu corazón, con la alegría del recuerdo de las horas compartidas. Vivo en los sueños por los que luchó y que otros pudimos realizar. En cuanto a los verdugos no olvidar para que esto no se repita.
Un beso enorme

maracuyá dijo...

Susana, Cristal, Cris, muchas gracias!!! Como a Susi, también me cuesta hablar...gracias por estar a mi lado siempre, por comprender y por expresarme su cariño.

Besos emocionados.

Etel. dijo...

Me he estremecido al leer tu trágico relato. Y una vida mas truncada, por el despotismo criminal e incongruente.
Ver a sus verdugos, en libertad debe de doler mucho, es verdaderamente injusto, que en esta vida continúen ocurriendo cosas así.
Quiero transmitirte, un cálido aliento de consuelo, con la esperanza de que no se vuelvan a repetir horrores semejantes, que llevan el dolor a un gran número de hogares.
Un fuerte abrazo, para seguir...
Etel.

Lady Pirata dijo...

Marita, no había leído esta entrada, no puedo decirte nada más que hasta aqui llega el dolor desgarrador del que aún teniendo la herida abierta, sabe que no debe callar.

Relatar la desgracia y la tristeza desde la belleza no es fácil y trasladar las emociones espero que por lo menos haga más liviana su carga.

Un beso bonita y mi apoyo moral si te sirve :)