martes, 10 de febrero de 2009

Isla Negra...Sueño Cumplido

"La casa...No sé cuando me nació...Era a media tarde, llegamos a caballo por aquellas soledades... Don Eladio iba delante, vadeando el estero de Córdoba que se había crecido...Por primera vez sentí como una punzada este olor a invierno marino, mezcla de boldo y arena salada, algas y cardos...Aquí, dijo don Eladio Sobrino (navegante) y allí nos quedamos. Luego la casa fue creciendo, como la gente, como los árboles". Pablo Neruda





Sin duda, la experiencia de ingresar en la casa de Isla Negra no puede contarse en toda su magnitud.
En grupos de ocho, con las cámaras apagadas y bien guardadas traspasamos la puerta. Los cuartos son pequeños, las puertas y escaleras angostas. Un barco quiso ser la casa…y te embarcas en la aventura de una vida osada, intrépida. En el piso, caracoles incrustados, para pisar la playa, para darle el placer del mar a los pies. Ay, qué ganas de abandonar las zapatillas.
Siempre me había sentido atraída por esa obsesión de Neruda de juntar cosas y darles un significado, darle vida y poesía a cada una. Como él mismo decía, no era un coleccionista, era un “cosista”. Según Matilde, muchas veces hizo tambalear el presupuesto familiar para adquirir aquellos objetos deseados.




EL COMEDOR DESDE EL EXTERIOR



El impacto que se siente al entrar al estar es indescriptible. Mascarones de proa, dispuestos en semicírculo frente a la gran ventana por donde se ve la playa. Recordaba yo la Elegía a la Estatua de Proa y las miraba embelesada. Eran sus mujeres, decía, por eso colocó junto al ventanal la figura tallada en madera del Gran Jefe Comanche, para que las retuviera cuando quisieran huir tentadas por volver a surcar mares.
Al pasar a la sala contigua, el comedor, reconocí con gran emoción a la María Celeste, la pequeña y hermosa estatua de proa. Un busto del Pirata Morgan está colocado en diagonal a la Celeste, para que se enamoren, quiso Neruda. Él ya está prendado para toda la eternidad, su mirada lo dice, pero ella lo ignora y no aparta sus húmedos ojos de aquellas rocas y aquel mar, tal vez añorando algún amor perdido en otras orillas ocultas por el inmenso Pacífico.



MARÍA CELESTE


De María Celeste escribió:
"Yo tengo mascarones y mascaronas. La más pequeña y deliciosa, que muchas veces Salvador Allende me ha tratado de arrebatar, se llama María Celeste. Perteneció a un navío francés, de menor tamaño, y posiblemente no navegó sino en las aguas del Sena. Es de color oscuro, tallado en encina; con tantos años se volvió morena para siempre. Es una mujer pequeña que parece volar con las señales del viento talladas en sus bellas vestiduras del Segundo Imperio. Sobre los hoyuelos de sus mejillas, los ojos de loza miran el horizonte. Y, aunque parezca extraño, estos ojos lloran durante el invierno, todos los años. Nadie puede explicárselo. La madera tostada tendrá talvez alguna impregnación que recoge la humedad. Pero lo cierto es que estos ojos franceses lloran en invierno y que yo veo todos los años las preciosas lágrimas bajar por el pequeño rostro de María Celeste". En Confieso que he vivido.

y en Para nacer he nacido, "...de este largo cajón parecido a un ataúd sale un dulce rostro de mujer, altos senos de madera que cortaron el viento, unas manos impregnadas de música y salmuera. Es una figura de mujer, un mascarón de proa. La bautizo María Celeste porque trae el misterio de una embarcación perdida. Yo encontré su belleza radiante en un bric à brac de París, sepultada bajo la ferretería en desuso, desfigurada por el abandono, escondida bajo los sepulcrales andrajos del arrabal. Ahora, colocada en la altura navega otra vez viva y fresca. Se llenarán cada mañana sus mejillas de un misterioso rocío o lágrimas marinas".



ESCALERA EXTERIOR DEL DORMITORIO. DEBAJO COLECCIÓN DE BOTELLAS

Subimos la estrecha escalera que da ingreso al dormitorio…Su cama, su cama testigo de pasiones incontrolables, su cama vestigio de su sufrimiento final, su cama dispuesta en diagonal hacia el ángulo que forman las grandes ventanas, cuadros en movimiento, magnéticos, fascinantes…¿Cómo apartar la mirada? ¿Cómo no soñar su despertar junto a la amada? ¿Cómo no revivir sus poesías impregnadas de pasión? “El Océano Pacífico se salía del mapa. No había dónde ponerlo. Era tan grande, desordenado y azul que no cabía en ninguna parte. Por eso lo dejaron frente a mi ventana”
Así tenía que estar la cama, con su cabeza recibiendo el sol, con el sol desapareciendo a sus pies. Cansado Neruda de que la señora que ayudaba en las tareas de la casa modificara su posición, hizo construir un mueble para colocar detrás de la cabecera con el ángulo exacto que marcara su ubicación.



LA PUERTA QUE DA ACESO A LOS SECTORES DEL ESTUDIO


La reducida puerta que se abre hacia el estudio nos lleva a un paso que no sé si es estrecho o lo hace parecer toda la colección de máscaras, africanas, andinas, venecianas, javanesas; toda la historia de los barcos encerrados en botellas, las mariposas, los telescopios…y me quedo sin nombrar. No lo sé, es angosto y tan inmenso!!!
Seguirlo hasta el final es asombroso. Se imaginan encontrar la mesa donde escribía? con sus manuscritos? Otra vez el cuadro en movimiento delante, testigo de su eterno romance con el Pacífico. Y detrás “la Guillermina”, “la no santa” “la desvergonzada”. La Guillermina con sus grandes pechos turgentes escapando del corsé. La más hermosa y la destinada a que “nadie descubra su belleza, porque nadie la mirará a los ojos”. Le recordaba un amor y escribió “¿Dónde esta la Guillermina?”
Retratos de sus admirados poetas, Lorca, Gabriela Mistral, Hernández, Whitman, Baudelaire entre otros.


LA GUILLERMINA Y A LA DERECHA EL ESCRITORIO DE NERUDA


Luego la sala donde se casó con Matilde, la chimenea en medio del precioso mural en piedras de María Matner. Una piedra de distinto color y tamaño sobresale, es la única que puso Neruda. “Mis manos sólo sirven para escribir y para acariciar mujeres” decía.
Por eso bosquejaba y dejaba que otros hicieran y desarmaran si no quedaba como lo había imaginado.
En este sector está también el famoso caballo de tres colas y el baño erótico. "No te acerques Matilde a este baño, porque es un baño de hombres" Un pequeño baño empapelado con fotos de mujeres en poses provocativas y poca ropa para la época, principios del siglo XX. Imagínense, yo iba ese día más desnuda.
Y aún queda otro cuarto, el reservado a Chile. Y otra vez junto a la ventana una mesa para escribir, un trozo de madera que divisó con su catalejo. Despertó a Matilde diciéndole “ahí viene mi escritorio” y juntos bajaron a la playa a esperar el regalo del mar. La puerta de un barco, restos de un naufragio que podría haberse perdido en el océano, escritorio de Neruda.


Esta entrada no ha querido ser la enumeración de algunas de las tantas cosas que alberga la casa de Isla Negra. Quiso ser un homenaje a uno de los poetas más admirados por muchos y por mí, por su vuelo, por su compromiso, por la belleza de su poesía. Un homenaje a las indescriptibles sensaciones que Neruda me provoca.



EL RITO
Muchos habrán visto fotos mías en esta misma pose. Es un rito que repito cada vez que cumplo un sueño. Abrir las alas y emprender el vuelo hacia otro anhelo.

ISLA NEGRA. SUEÑO CUMPLIDO
Las fotos de interiores fueron tomadas de la página

40 comentarios:

Susana Peiró dijo...

Vaya! Se necesitaban los ojos de una poetisa para que esos objetos tuvieran vida nuevamente!

Maravillosa descripción, impecable y por sobre todo, sentida, vibrada.

Así has transmitido tu post, Mara y Cuyá, desde el corazón, y por supuesto, me ha emocionado leerte!

Muchas Gracias por este testimonio, sueño cumplido!

Un enorme Abrazo!

ev dijo...

Muy bonito, ya quiero conocer yo también. Simpático lo del baño solo de hombres, habría que pensar en uno solo de mujeres y en uno indiscutiblemente mixto!
Besos Mara.

gamar dijo...

Me hiciste pensar, ahora que veo como disfrutas de haber cumplido ese ansiado sueño, que yo no sé si tengo algún sueño tan fuerte por cumplir.
Tal vez sea que soy de ponerme metas y una vez alcanzadas pierden valor ocultas detras de una nueva.
Como sea, da felicidad leerte tan embelezada y me haces sentir la emoción que te invade.
Te dejo un beso

José Luis López Recio dijo...

Genial, me has trasladado hasta allí mismo. Encantadora tu forma de contar las cosas

maracuyá dijo...

Ay Su...que me ruborizo. Gracias.
Yo creo que la pasión que Neruda ha puesto en su vida es contagiosa, y eso es lo que me ha pasado, unido a mi gran admiración por él.

Besitos pasados por agua hoy, pero lindos.

maracuyá dijo...

Ev...tienes que ir. Me avisas y te acompaño.
jajaja...sí lo del baño mixto es lo mejor, empieza a juntar fotos. Era terrible de pícaro este Neruda. Algún día te voy a contar de su historia con las mujeres, tal vez ya la conozcas.

Abrazo

maracuyá dijo...

Gamar...pensá y verás que si tienes sueños. Te olvidás del ceibo, o no lo es?
Claro que una vez cumplidos uno va en busca de otros, siempre se persigue alguno, pero por eso no debería dejar de disfrutarse haber alcanzado otros.
Yo sueño hasta los que sé imposibles, hasta los que duelen.
Gracias por tu felicidad.

Otro beso

maracuyá dijo...

Gracias joselo
que haya sentido estar ahí es muy gratificante para mí...es lo que quería compartir.
Un beso grande

Luis Antonio dijo...

Te expresar con auténtico arrobo al describir la casa del poeta. Al leer los textos que has seleccionado y los tuyos me entran deseos apremiantes de releer “Confieso que he vivido”, libro del que guardo un gratísimo recuerdo.

Realmente la descripción de las estancias de la casa acerca mucho al conocimiento de sus moradores.

Espero que no te falten próximos anhelos, Mara y Cuyá, y que puedas repetir una y otra vez ese rito de paloma soñadora.

Mil besos y gracias por compartir esa vivencia con tus amigos y lectores.

lisebe dijo...

Que envidia sana mi amiga!!!!!!

Oh eso de abrir las alsa al cumplir un objetivo conseguido en mi caso sería tantas veces que me convertiria en ave.

Me alegro tanto de que pasases estos dias en este lindo lugar!! Que envidia sana!!!

Algún día quien sabe la mía se haga realidad....

Besitos mi querida amiga del alma.

maracuyá dijo...

Te entiendo Luis. Me ha pasado lo mismo, he llegado con ganas de releer a Neruda y lo haré ahora que están fresquitas todas las sensaciones...seguirán esperando los demás, que por cierto de los libros que me llevé no leí ni diez páginas.

Eso es lo que se siente al recorrer la casa y conocer más sobre la relación que mantenían con los objetos y el entorno. Que cada vez te adentras más en el interior de esas personas que la habitaron.

Luis, el día que no tenga anhelos estaré muerta, aunque respire. Gracias por la "paloma soñadora". Me encantó.

Un beso de esos que llegan lejos.

maracuyá dijo...

lisebe...
qué bello lo que has dicho. Un ave surcando el cielo buscando sueños.
No hay por qué temer...aunque en casa de lisebe habrá que disfrazarse para que los gatitos no se inquieten, no?

Amiga, ¿por qué no?. Tú eres soñadora y luchadora. Muchos de tus sueños se cumplirán.
El mejor de mis deseos para que eso ocurra.

Petonets. Te quiero.

mikelbruno dijo...

¡Hey, amiga, me encanta tu sensibilidad narrativa, precioso!
Hoy se me ocurrió un mandato: "Dejad que los sueños vengan a mí"...y como Chuang Tze no poder diferenciar sueños de realidad. Besitos marinos.

maracuyá dijo...

Miguel querido
es lo que hago!!! me lees la mente!!!
Yo los hago crecer y espero...y ellos vienen, así me pasa ¿Misterio?

No contés todo lo que descubrís en mis pensamientos sí? Ya sabés que está en juego la inocencia de Gaturro.

Besitos temerosos.

maracuyá dijo...

Ah...Miguel, tengo una de esas fotos voladoras en la cima de tus cercanos Terrones. Si logro encontrarla en mi desorden te la enviaré.

Anónimo dijo...

que late al pisar esa casa y poder impregnarse de esas letras que han quedado escritas por doquier?

un abrazo

borraeso dijo...

“El mar me pareció mas limpio que la tierra por eso me vine a vivir en la costa de mi patria entre las grandes espumas de Isla Negra”. Pablo Neruda.

En mi visita a la casa, contigo, me podía el olor a mar... caracoles incrustados en el piso, mascarones y mascaronas... y ese ventanal...

¿A qué huele esa casa después de tanto tiempo viviendo como museo?

Tu narrativa transporta... Mima tus alas y vuela... Sueño cumplido!

maracuyá dijo...

late el alma faladomi...late reviviendo todas las vivencias que
tuviste con su poesía, con su vida entera. El alma sí.
besos

maracuyá dijo...

borraeso....me has emocionado. Recién ahora al leerte he pensado en el olor de la casa...huele a mar, huele a vida, a poesía, a amor. No huele a museo, no no no.
Gracias.

Un saludo

Nerina Thomas dijo...

Una maravilla todo. Viaje pendiente para mi vida.
Un tesoro si todo lo que implica Neruda. Su lugar, su mar, su escritorio, su pasión. La que te ha trsmitido de por vida con su poesía y ella te ha llevado hasta allí. Has cumplido uno de tus sueños.
Agradece a la vida este cuento vivido.
Te quiero amiga!!
Torta cuando vengas tendrás, tortas fritas no sé hacerlas. Lo siento

Tumulario dijo...

Gracias Susi, por primera vez te escribo para que agradezcas a Mara el haberme llevado a cumplir yo también con el sueño de conecer La Casa (sí, con mayusculas)

Un abrazo desde mi túmulo

Marga Fuentes dijo...

Lograste, con tu maravillosa forma de escribir y con las fotografías, que reviviera paso a paso la fantástica película sobre Neruda. Gracias amiga por traérmela tan cerca.
Un pedido de disculpa por haber quitado de mi blog tu comentario. Te lo explico en la misma canción que me escribiste. Fue, simplemente, que me ganaste de mano, quería contar la historia de esa canción, demasiado importante para mi, cuando, al publicarla, vi tu comentario. Te pido mil disculpas, y si lo puedes repetir, te lo agradecería de corazón.
Seguiré visitándote, es enriquecerdor por donde se mire, tu blog.
Un beso muy fuerte.

Doctor Krapp dijo...

Me encanta eso de los anhelos resueltos y el vuelo hacia otras metas.
Un alma libre nunca se cansa de volar hacia nuevos territorios donde poder descansar la mirada y luego partir hacia una nueva línea en el horizonte. Quizás esa sea la clave de una posible felicidad y no el rutinario anclaje a las cosas que ya no pueden ofrecernos más.

Juan Duque Oliva dijo...

Que sitio más maravilloso, a ver si nos lo cuentas en el próximo programa.

Besos

maracuyá dijo...

Nerina
sé que también encuentras a tus sueños. Y este puede ser, no es tan lejano....ya te lo contaré en vivo, torta de por medio, y si llueve me encargo de las tortas fritas.
Un abrazo de soñadora a soñadora

maracuyá dijo...

Tumulario
no sabes qué alegría me das al saber que lo has sentido así.
No sirve de nada narrar si no se encuentra una gran apertura del que escucha o lee. Susi, Mara, Cuyá y todas las otras te lo agradecen.
Un besito

maracuyá dijo...

Marga
no hay nada que disculpar, lo explicaste perfectamente y ya te he contestado en la misma entrada.
Gracias por tus palabras y por el "cerca".
Un beso con bella música y amarguito.

maracuyá dijo...

Dr. Krapp...gracias.
Lo has dicho tan claramente y tan lindo que grabaré tus palabras. La felicidad llega y se va, pero volverá a llegar si nos animamos a seguir el camino. Ésa es la idea del rito, sin propuestas, haber disfrutado y continuar. Otro sueño nos encontrará.

maracuyá dijo...

Juan
será un placer participar en tu programa...y hablando de este tema, imagínate. Gracias.

Un beso

Marysol Salval dijo...

Qué hermoso, querida Ceci, el que hayas cumplido tu sueño y la maravillosa forma en que nos has acercado a la casa del maestro.
Gracias por esta magnífica narrativa. He visto y disfruto con detalle, a través de tus ojos cada rincón.
Un abrazo, querida amiga.

maracuyá dijo...

Gracias Marysol
me encanta que hayas disfrutado. Era la idea, compartir un poco de las emociones que he sentido.
Un beso grande

un loro dijo...

Me encanta la foto del escritorio de Neruda. De ahí salieron muchas cosas que hoy alumbran al mundo. También me quedo con tu última foto en la que posas junto a la mar. ¿Quién es la mar y quién tú? No, no es un piropo, que yo soy de naturaleza tímidote. Pero me ha salido así.
Muchos besitos desde este lado anodino del planeta. Aquí nunca pasa nada y los días pasan...

maracuyá dijo...

Y te ha salido un piropo loro. Déjame que lo disfrute así; me gustaría ser ese mar, tener toda la belleza que guarda en su profundidad y moverme con tanta libertad; me gustaría tener su voz y su fuerza, y me gustaría traer misterio y regalos a todos los que lo admiran y emprenden viajes de ilusiones en su espuma. Me gustaría ser la dueña de ese encanto que embruja el alma.

Los días pasan y traen cosas en todos lados. Estoy segura que las estás mirando y que luego las contarás de esa manera que encanta.

Besitos parlanchín

Azpeitia poeta y escritor dijo...

Que magnífico navegar en tu relato, o casi como a ti te gusta...volar...me ha encantado todo el excursus con imágenes reales y poéticas de ahora y de antes....del pasado....azpeitia

maracuyá dijo...

azpeitia
navegar o volar...no hay diferencia cuando es entre sueños, entre poesía.
Gracias.
Besos

Jarocho dijo...

En realidad me complazco en tener una amiga tan brillante, tus descripciones bordan los sitios, que envidia poder manejar el lenguaje de tal manera.

Tus narraciones permiten transportarme a ese sitio, lo cual en la realidad veo muy, muy dificil.

Podré conocerte en persona algun dia?, lo anhelo, para decirte en tu cara todos los sentimientos de admiracion que brotan de mi ser.

Tu admirador mexicano.

maracuyá dijo...

jarocho
qué sorpresa linda...ya te estoy siguiendo, pero déjame leer algo caramba...pero bué, por algo se empieza.
Jaro, todos tenemos algo que contar y vos tenés mucha chispa y una linda manera de decir las cosas, así que te espero.
Tú sabes que te admiro por muchos motivos y que tengo grandes deseos de darte un lindo abrazo...y que ese es unos de mis sueños.
Un día abriré los brazos en Sonora y diré...sueño cumplido...
Gracias por tus palabras amigo querido.
Besitos

América dijo...

ME BEBI ESTA ENTRADA,MARAVILLOSA ,ESTUPENDA,IMAGENES POESIA,CUANTO ME ALEGRO HABER RETROCEDIDO A VER QUE ME ENCONTRABA,PUEDES DECIR"CONFIESO QUE HE VIVIDO"

maracuyá dijo...

AMÉRICA
Gracias!!! Me emociona que me vayas buscando en otras entradas.
Cuántas veces quisiera hacerlo!!!
Sueño con tener el tiempo.
Confieso que he Vivido, pero nunca podría dejar constancia de eso tan bellamente como lo ha hecho Neruda.
No sé si las has visto, pero hay dos notas más sobre Isla Negra, si es que te gusta Neruda.
Un beso enorme.

Anónimo dijo...

Estimada: Bonito blog, me pareció hermoso. Como chileno, me siento orgulloso de Neruda, pero debo corregir un detalle. La escultura que mira Henry Morgan en el comedor no es María Celeste, es Jenny Lind, una cantante sueca del siglo XIX. María celeste es un mascarón de proa de color marrón que está en la sala, la que acumula humedad en sus ojos y Neruda decía que lloraba por la nostalgia del mar.

SAludos
Nikolai