viernes, 7 de noviembre de 2008

Para ser honesta...


Tan acertadas reflexiones en mi post anterior, de ustedes amigos, puso insoportable a esta amiga que me persigue todo el tiempo como una sombra. Ahora mismo está aquí.
- Contale a tus amigos que sos consumista, vamos, vamos.
- Está bien Autocrítica, no me persigas, lo hago ya.
A pesar de mis esfuerzos por controlarla tengo una personalidad adictiva, mis años de fumadora lo atestiguan. Comencé por los setenta y un motivo, entre otros, ha sido la moda de aquella época. Quienes la han vivido recordarán que el tabaco era símbolo de seguridad e independencia (tremenda paradoja), y al menos yo no estaba informada de los riesgos que acarrea el cigarrillo. Sin duda la moda es uno de los disfraces del consumismo. Dejé, volví, dejé. Mis “dejé” son absolutamente obligados por la razón que no escucha a mi insensatez diciéndole “fumar es un placer”.
Otra adicción que me domina, y no hablo de “el Nano” porque ese “consumo” me resulta totalmente necesario, es mi debilidad por los zapatos. Zapatos rojos, azules, verdes, amarillos, estampados, blancos, negros, altos, bajos, taco aguja, taco chino, taco chupete, con talón, sin talón, con puntera, sin puntera, pilas de cajas se acumulan construyendo una torre de amores que no puedo abandonar.
Salgo a comprarme un pantalón y vuelvo con zapatos, sin remordimientos y sin pantalón. Ellos me llaman desde las vidrieras, me deslumbran con su esplendor, se muestran justo para mis pies y para cada ocasión. Trato de disuadirme, camino un rato, quiero distraerme y no puedo, los destellos de los zapatos me encandilan. Como no me gusta endeudarme, para decir también algo a mi favor, termino convenciéndome de que el pantalón no me hace tanta falta y decido…por los zapatos. Se imaginarán que, en mi escaso guardarropas, los pocos pantalones que tengo son de colores neutros para poder combinar todos los zapatos.
Encuentro un poco más “presentable” mi adicción por los libros, pero adicción al fin. Me puedo pasar hasta cinco o seis horas en esos fascinantes rinconcitos que tienen las librerías, tomando café, ojeando y hojeando libros. Cuando algún eco de la realidad me llama, muy a mi pesar tomo conciencia de ella, pero nunca con menos de tres o cuatro libros en las manos. ¿Por qué no puedo comprar uno por vez? Si sé que después voy a tener que tropezar con la frustración de no poder leerlos a todos.
No me pidan explicaciones, no las tengo. Acérquenme remedios por favor, en lo posible distintos a la solución está en vos misma, porque ése ya lo tomé y no resulta.
Bueno amigos, me siento más liviana ahora que les conté. Y si alguien tiene “algo” que confesar, venga, acompáñeme.

11 comentarios:

Luis Antonio dijo...

Comparto contigo la pasión por los libros y en los últimos diez años me ha surgido otra: por el jazz. El único limite que pondría a las cosas que nos hacen felices sería el temor o la certeza de hacer daño a alguien de nuestro entorno más próximo. Si no es el caso, no hay por qué tener mala conciencia. Es totalmente infundada..
Un abrazo

Juan Antonio dijo...

Mara y Cuya

Yo tengo pasión por la Natutaleza, me encanta la lectura, los viajes.
¡Y estoy enamorado de la vida!

Me llama la atención tu pasión por los zapatos. A ti te pasa como a mi hija, siempre salia a comprarse pantalones o faldas, pero regresaba con algunas blusitas.

Un abrazo afectuoso desde el sur de Chile en esta fría mañana otoñal.

Juan Antonio

Marysol Salval dijo...

Querida Mara: Recién tengo un ratito para sentarme a escribir y lo primero que hice es venir a verte.Te contaré que yo también tengo algunas pasiones. Por desgracia, fumo, y tengo la manía de intercalar uno de tabaco normal y otro mentolado, eso lo hago casi automáticamente. También me pasa con los libros, si paso por alguna librería, puedo quedarme un buen rato hojeándolos e indefectiblemente compro alguno. Mi otro vicio es el chocolate, todas las noches me como un trozo y muero si no tengo mi reserva semanal. Ufff...soy una auténtica consumidora.
Besitos, mi niña, ya me confesé.

maracuyá dijo...

Luis
es que tus "vicios" son muy sanos. Libros y jazz...eso es una bendición. De ponerme límite para no hacer daño sé bastante, pero no es el caso ahora. También debo decir que seguramente muchos lo harán por mí aunque yo no lo quisiera. Un abrazo

Juan
Vaya, qué pequeña pasión tienes, la vida. Comparto tu pasión. Saludos a tu hija, tal vez algún día podamos hacer un intercambio de zapatos y blusitas. Un gran cariño para el sur de Chile, hará frío...pero es tan bello!

Marysol
qué gran alivio me das. Mira lo del chocolate a mí me da sólo en invierno, pero porque en verano me da por el helado de sabayón. Lo del cigarrillo, nadie te entiende más que yo, qué pena que causa mucho daño. Besos

A todos
Omití mi adicción al mate. Es totalmente incurable.

mikelbruno dijo...

Hola Mara, prepará el mate...quería avisarte, ¡no más problemas con las adicciones! vivís en Argentina, sos docente,tendré que decírtelo muy despacio...no habrá plata para zapatos y minga de Nano por un tiempo. Menos mal que todavía existen las bibliotecas públicas ;-)))
Besitos desesperanzadores.

maracuyá dijo...

jajjajaa....me hiciste reír Bruno. Menos mal que todavía nos queda el buen humor. Mirá, podré andar descalza (aunque no lo creo, tengo reservas), tener el carnet de la biblioteca siempre listo y, si no te importa tomaremos mate con "la yerba de ayer secándose al sol"...pero por el Nano soy capaz de hipotecar mi próxima jubilación...alcanzará???
gracias por venir...un abrazo

Anónimo dijo...

CHE... ESE VICIO NUNCA LO HE ENTENDIDO, SOBRE TODO EN EPOCAS DE CRISIS... PERO BUENO, LA ELEGANCIA Y LA VANIDAD ANTES QUE OTRA COSA...
TE CONFIESO QUE YO ANTES, EN MIS AÑOS MOZOS, TENIA ESA MISMA DEBILIDAD, POR LOS ZAPATOS Y DE DIVERSOS COLORES, DE ACUERDO AL ATUENDO DEL DIA.
MIENTRAS SE PUEDA DAR ESE GUSTO CONTINUE ASI QUERIDA PROFESORA.

maracuyá dijo...

jarochito
por más que me esfuerce no te imagino con zapatos verdes...los vicios son vicios y no conocen crisis. Pero tienes razón, voy a dejar los zapatos y a ver si llego a Sonora.
Gracias por venir. Besitos

mikelbruno dijo...

¡Pobre de vos si me avivás a Gaturro! ¿Que haremos luego con todos los gaturrines? y por si esta advertencia no alcanza.. te amenazo con revelar tu fecha de cumpleaños con la cantidad exacta de años transcurridos;-))) Además, (soy un batidor), te diré quienes son los reyes magos, así no desplegarás tus zapatitos en esa fecha y soñarás que el Nano se queda afónico, jajajja!
Ahhh, por cierto, me encanto la música de tu blog, sintonizamos la misma onda. Si aparte de Homero Manzi te gustan Miguel Hernández y Antonio Machado ya podemos ser amigos, besitos cordobeses

maracuyá dijo...

Ay Miguel Ángel, yo sabía que tanta confesión con el Nano me iba a traer consecuencias...pero no sé cómo te enteraste que el miércoles es mi cumpleaños. Me gusta Manzi, me gustan Espósito, Discépolo, Peteco, Yupanqui y tantos otros que me estoy olvidando...pero que no se entere Joan Manuel porque me lo llevo a gaturro a la escuela y le doy unas lecciones...jajajaja
Gracias por tu amistad y los besitos cordobeses, ay que no me quiero imaginar cómo estarán de hermosas las sierras en primavera!
Besitos de islas verdes, un poquito incendiadas pero bellísimas
igual.

Allek dijo...

preciosa imagen.
un abrazo!