Recién he leído la tercera parte y ya me enamoré de Espejos, el último libro de Galeano. Cierto es que yo ando siempre enamorándome de algo, pero aseguro que este encanto no es nuevo ni pasajero. Desde aquel día, que no recuerdo exactamente cuál fue y tampoco dónde, en que leí un fragmento de Las Venas Abiertas de América Latina y salí corriendo a buscarlo, sigo a Galeano con la certeza de que no desperdicia una sola de las letras, y cada uno de sus libros me lo confirma. Reparo ahora en que aquél fue el único libro que compré de él, los demás han sido regalos de mis hijos, quienes también se han ocupado de pedírmelos prestados sin retorno; pero bueno, si ésa es la herencia, yo feliz. Los que he podido rescatar forman un prisma negro, con letras rojas, sobre mi mesa de luz. Nunca están en la biblioteca porque son de consulta permanente. No pretendo ni lejos hacer una crítica literaria, no estoy preparada para eso, sólo contar lo que en mí produce leer a Eduardo Galeano. Se puede coincidir o no con sus ideas, pero nunca ignorar su profundo conocimiento de la realidad y de cómo y por qué se ha llegado a ella. Tampoco es necesario que lo explicite; con su lenguaje sencillo y claro, despojado de adornos que distraen, Galeano narra y “la deja picando”. Tanto si lo lees como si lo escuchas, cuenta con la seguridad que le da su coherencia de pensamiento. Cierro los ojos cuando lo veo, para que no me cautive su mirada azul sino la historia que trae su voz pausada y tranquila.
Espejos refleja a toda la humanidad. Y esos espejos donde se ven los dioses, los santos, las religiones, los artistas, las mujeres, los hombres, los demócratas, los tiranos, los soñadores, los filósofos, los asesinos, los famosos, los anónimos, también nos incluyen. Los Espejos nos cuestionan. Cuando nos miramos junto a los otros encontramos las diferencias y las semejanzas, las aproximaciones y las distancias y lo que llevamos en nosotros de todos ellos.
Espejos refleja a toda la humanidad. Y esos espejos donde se ven los dioses, los santos, las religiones, los artistas, las mujeres, los hombres, los demócratas, los tiranos, los soñadores, los filósofos, los asesinos, los famosos, los anónimos, también nos incluyen. Los Espejos nos cuestionan. Cuando nos miramos junto a los otros encontramos las diferencias y las semejanzas, las aproximaciones y las distancias y lo que llevamos en nosotros de todos ellos.
Dice Galeano en la contratapa:
Los espejos están llenos de gente.
Los invisibles nos ven.
Los olvidados nos recuerdan.
Cuando los vemos, nos vemos.
Cuando nos vamos, ¿se van?
Este libro ha sido escrito para que no se vayan.
En estas páginas se unen el pasado y el presente.
Renacen los muertos, los anónimos tienen nombre:
los hombres que alzaron los palacios y los templos de sus amos;
las mujeres ignoradas por quienes ignoran lo que temen;
el sur y el oriente del mundo, despreciados por quienes
desprecian lo que ignoran;
los muchos mundos que el mundo contiene y esconde;
los pensadores y los sentidores;
los curiosos condenados por preguntar, y los rebeldes y
los perdedores y los locos lindos que han sido y son la
sal de la tierra.
Eduardo Galeano nació en Montevideo, Uruguay, en 1940. Allí se inició en el oficio periodístico y allí publicó su primer libro. Desde principios de 1973 vivió exiliado en Argentina y en la costa catalana. En 1985 regresó a Montevideo, donde actualmente reside.
23 comentarios:
Gracias por compartir tu experiencia. que sin duda es muy rica y constructiva.
Solamente he leído: " Los Abrazos".
Estaré atenta. un mimo al alma!!
Nunca lei nada de el, pero tal y como lo cuantes seguro que pronto habrá algún libro suyo en mi biblioteca.
Un abrazo desde mi túmulo
Nerina...qué hermoso El Libro de los Abrazos, ojalá mi entrada haya servido para animarte a seguir...y tu mimo en el alma, lo siento tan lindo. Gracias
Tumulario...me encantará compartir contigo nuestros pareceres sobre lo que escribe Galeano. Un capítulo de abrazos.
Mara y Cuyá
Te ha impactado mucho Eduardo Galeano. Por lo que cuentas y por lo que leí en la contraportada de su libro creo que me encantará.
Ojalá pueda conseguir algún libro suyo.
Un abrazo.
Juan Antonio
No conozco a este autor, pero tu pasión es contagiosa. Intentaré hacerme con alguno de sus libros. Gracias por compartir estos afectos.
Hola Susi, me encanta Galeano, ¡cuántas cosas para compartir tenemos!
Nos vemos en el espejo de nuestras relaciones.
Besitos reflejados.
Jo!!! me has contagiado, tu emoción y entusiasmo, no conozco a Galeano pero ya tengo ganas.
Miraré como puedo encontrar Espejos, ya tengo el gusanillo para leerlo.
Muchos besitos cielito mi querida Mara.
Juan...no lo sé, a mí me encanta, ojalá puedas leer y me cuentas ¿sí?...besitos
Liebe, Luis...qué compromiso siento ahora!!! Seguro lo conseguirán, no sé si todos, se editan constantemente y así se agotan...La Escuela del Mundo al Revés es buenísimo, muy bueno...y pueden ir buscando algunas páginas con fragmentos, hay muchas en internet.
Me va a gustar que me cuenten sus impresiones...Escuchen, no les parece que tendré que pasar mi factura a Galeano....jajaja...justo en este momento está en su micro...pero le he dicho, Eduardo, perdóname, ahora estoy con los amigos. Mil besitos
Miguel!!! cuántos hilos nos unen...es maravilloso!!! Cómo es que se van tejiendo estas redes de los blogs donde uno encuentra tantas coincidencias y tantas diferencias de las cuales aprender??? qué lindo...QUÉ LINDO!!!...mo me da miedo mirarme en estos espejos...me ayuda a crecer...besitos convergentes
Me encanta lo que escribe Galeano, ya le sigo desde hace muy poco... pero le sigo... tiene un concepto real de la vida al igual que tu...
Juanjo...mmmmm si yo pudiera tener los conceptos tan claros como Galeano, menos mal que lo tengo a él que me ayuda, lo escucho como vos a tus duendes. Me alegra que te guste y valoro tu opinión...aunque las injusticias y los olvidados están en todos lados, muchas veces he pensado que si no se vive la realidad de latinoamérica, por ahí, resulta fuerte. Gracias amigo, un gran abrazo
no tengo riquezas solo olvido
si estuve ausente un mes !! sin computadora en casa
que lindo volver ha saber que apesar de la distancia ME ACOMPAÑAS SIEMPRE AMIGA
te que confesarte que los extrañe muchooooo!!!!
pero bueno volvi ....
espero que estes de 10
un besito mi querida MARITA
oenlao
la memoria rota nos hace creer que la riqueza es inocente de la pobreza....
Gracias por tu visita. Un saludo
Bienvenida Sandra
padecí 15 días sin internet, ayer lo han arreglado...durará?
Estoy muy bien, gracias. Un besote
Coincido con vos, me gusta Galeano...
Siempre tengo presente su ejemplo sobre las hormigas que se aparean ante la crisis o amenazas, y el ser humano debería imitarlas...
Un abrazote!
Colo...algunos humanos no resisten la comparación con los animales...interesante ejemplo
Otro abrazote
Hola Mará y cuyá:vengo a invitarte a hacer una cruzada,sobre TGD(autismo) en Argentina estos niños no están recibiendo lo que necesitan ni tampoco hay demasiada información que apunte al diagnóstico temprano,lo que es fundamental pues a tiempo ,con terapia se logra muchissimo,en mi blog http://elblogdeisabelhada.blogspot.com/ está el pedido de mi amiga Sabri y al final de ese post está una página sobre un grupo de padres que piden una ley que ampare a sus niños,aunque sea que coloques la página a un costadito de tu blog ya es una ayuda,internet es una herramienta muy grande,cuanto más se sepa de esto mejor,desde ya muchas gracias,ya sabes no tienes compromiso de hacerlo,pero si lo haces te lo agradeceré mucho!un abrazo!
por supuesto que lo haré Hada...ya está. Sé de esas luchas, una amiga y un amigo tienen nietos autistas. Una vive en Argentina, otro no...pero la geografía no lo cambia, te lo aseguro.
Un abrazo
Iré rapideamente a buscar el libro, querida amiga, por lo que expones debe ser estupendo...Ya te contaré.
Un abrazo apretadito
Marysol...creo que te gustará. Espero ansiosa que me cuentes. Un beso
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